jueves, 24 de febrero de 2011

MANUEL CASTELLS: Productividad, tecnología y crecimiento económico en la era de la información.

A través de la historia, los individuos se esfuerzan por satisfacer de la mejor manera sus necesidades, desarrollando con el día a día capacidades de observación,  investigación, innovación y creatividad, las cuales han contribuido fuertemente en el logro de dicho objetivo. Así, en diferentes escenarios, podemos constatar el deseo tangible del ser humano por alcanzar mayores niveles de productividad que aumenten el crecimiento económico y dinamice la competitividad de empresas, territorios y países.
Dentro de este enfoque, afirma Castells, la tecnología juega un papel muy importante como fuerza de empuje, constituyendo uno de los motores principales que mueven a las economías hacia un crecimiento progresivo: “La tecnología es la palanca de la riqueza y el poder en la sociedad”[1]
Con el paso de los años, grandes personajes reconocieron la incidencia de la tecnología en los procesos productivos.  El economista Adán Smith a mediados del siglo XVIII observa que el cambio de la tecnología es un factor importante para la producción.   Marx en el siglo XIX, tiene la visión de que los adelantos tecnológicos y la producción industrial desplazaban el trabajo del hombre.  El economista Shumpeter a finales del siglo XX ve las innovaciones tecnológicas como imprescindibles para el desarrollo económico, beneficios comerciales y así, abundancia publica.
Me parece interesante la mención que hace Castell en el inicio de su discurso, del argumento de Melvin Kranzberg[2]: “El potencial proporcionado por la innovación tecnológica puede  conducir a la creación o a la destrucción dependiendo de nuestros valores e instituciones”. En este punto, es preciso reconocer tanto las bondades del avance tecnológico como la necesidad de un acompañamiento del mismo, por medio de la generación de Instituciones que regulen el impacto de la difusión e implementación tecnológica, tomando en cuenta el enfoque de sostenibilidad del desarrollo, asegurándonos el crecimiento presente y comprometiéndonos con las generaciones futuras.
Castells sostiene  que la relación entre tecnología, productividad y crecimiento económico aparece como un condicionante esencial de la evolución económica  y social. Sin embargo, reconoce que dicha relación no es tan directa como se piensa debido  al estudio de tres momentos de la historia:
1.      Durante los años setenta: en plena revolución tecnológica, la productividad económica disminuye fuertemente su crecimiento, en especial la economía de los EEUU.

2.      Mediados de los años noventa: Momento del despegue de la llamada nueva economía en EEUU, se detecta una relación positiva entre el renovado crecimiento económico, el incremento de la tasa de crecimiento de la productividad y la maduración de los efectos de la revolución tecnológica.

3.      Año 2000: Planteamiento de los diversos caminos a tomar para inducir un crecimiento de la productividad europea mediante la innovación tecnológica y el emprendimiento.

¿Por qué el desfase entre Europa y EEUU en el crecimiento de la productividad?
Castells considera como uno de los principales motivos del lento crecimiento de la UE respecto a EEUU la lenta difusión y el escaso aprovechamiento de las tecnologías de la información en las empresas de la mayoría de los países europeos, sobre todo en los servicios que es donde hay grandes reservas de productividad y donde más ha progresado la productividad en EEUU.
En definitiva  el conocimiento científico y sus derivados tecnológicos son un producto eminentemente social, por lo que la importancia de la difusión y divulgación de los mismos es esencial para cumplir los objetivos de productividad, eficiencia y optimización ya sea en una unidad empresarial como a nivel de nación. Algunos especialistas en el tema suelen distinguir entre difusión y divulgación. Difundir el conocimiento científico sería hacerlo llegar a ciertos grupos o sectores sociales para su aprovechamiento directo, en tanto que divulgar la ciencia sería hacer accesibles las teorías y métodos de las diversas ciencias, así como sus aplicaciones concretas, a un público muy extenso.  
No nos podemos olvidar mencionar el rol que las personas inmersas en el mundo de la productividad y la investigación científica y tecnológica ya que la capacidad de difusión y divulgación trasciende del nivel académico hacia una actitud de comunicación, enseñanza-aprendizaje que hace posible la implementación de los nuevos descubrimientos al 100% de su capacidad, es en este punto en donde podemos hablar de tecnología y crecimiento económico.
Los motivos del retraso según afirma Castells radica en tres motivos fundamentales:
1.      Carencia de formación y capacitación adecuada de la fuerza de trabajo.
Pienso que este es uno de los temas más importantes para abordar por los gobiernos y sus instituciones: Cuál es la apuesta que le hacen a la educación como fuente de conocimiento, emprendimientos e ideas?. Hoy en día este interrogante encara a muchos que ven la función de proporcionar educación de los Estados como medio de progresar en sus propios intereses políticos, ideológicos entre otros.  El continuo progreso tecnológico requiere realizar una evaluación del ritmo de adaptabilidad que tienen los programas educativos  frente a los cambios tecnológicos, así como también el generar un dinamismo más protagónico de las Instituciones que son las que velan y regulan los procesos en las sociedades.


2.      Ausencia o retraso en cuanto a gestión de cambio de las empresas.

Cada vez  cobra más importancia esta adaptabilidad y actitud de respuesta al cambio que toda organización ha de abordar de manera pronta y adecuada.  Es necesario un cambio interno, en muchos casos reingenierías que creen el ambiente propicio para el descubrimiento y aprovechamiento de nuevas oportunidades visualizadas en los cambios tecnológicos. Para esto, las empresas han de invertir en fortalecer su cultura organizacional, sus relaciones de comunicación interna y externa, su posicionamiento en el mercado y su capacidad de investigación generando mentes creativas que logren el cumplimiento de los objetivos de la empresa permaneciendo a la vanguardia  en medio de un mundo cambiante y agresivo.

3.      Debilidad en el entorno institucional en el tema de innovación y poca valoración de la actividad emprendedora.

Las Instituciones nos ofrecen un conjunto de normas de juego para la actividad humana y este aspecto ha sido muy positivo con el pasar de los años pues la misma sociedad genera dichas entidades para ordenar sus comportamientos y acciones individuales y sociales.  Pienso que Castells al afirmar que el entorno institucional dificulta la innovación, se refiere a la falta de flexibilidad de las reglas del juego propuestas por las instituciones, en un entorno que cambia continuamente es muy importante abordar solución a dicho problema, generar competencias institucionales responsables de analizar y dar respuesta a las necesidades de los empresarios de hoy, capaces de abordar el tema del emprendedurismo y dar marcha a proyectos que promuevan la mentalidad empresarial, el desarrollo de la creatividad, la creación de ideas de negocio ofreciendo seguimiento en su gestación, inicio y desarrollo. Misión de las Instituciones es incentivar a la ciudadanía y promover su desarrollo.
Si bien es cierto no fue esta la experiencia de toda Europa, el problema se sitúa en la existencia de las  debilidades antes descritas. Países como Finlandia, Suecia, Irlanda y Reino Unido alcanzan un alto grado de crecimiento de la productividad y de la economía y ello sin que el estado del bienestar sea un obstáculo.

España: Crecimiento de la economía sin crecimiento de la productividad
“España es diferente”: Castells se pronuncia en contra de esta afirmación ya que España no es tan diferente a EEUU ni existe tanto misterio en el crecimiento español.
Menciona como causas del crecimiento en España al crecimiento del empleo, la mejora de la cualificación del trabajo debido a un mayor nivel de educación, el fuerte tirón de la demanda tanto interna como externa, resultante por un lado del incremento del empleo y por otro lado de la demanda externa y la exportación de servicios en especial el turismo y la existencia de un sector minoritario altamente productivo y dinámico en donde las TIC tienen un papel esencial.
A simple vista podemos observar que el crecimiento español viene dado por estrategias eficientes encaminadas hacia el desarrollo más la explotación del sector turismo español que es tan demandado a nivel mundial. Sin embargo, considero que se hubiese percibido un mayor crecimiento económico si el elemento tecnológico hubiese cobrado un nivel de importancia significativa.  El personal cualificado en los lugares de trabajo y el posicionamiento en el mercado de servicios  constituyen una buena base para la generación del aprovechamiento de las oportunidades provenientes del cambio tecnológico.  Y una vez más, el papel de las instituciones como orientadoras de dicho proceso, pues no solo puede enfocarse en el hecho de potenciar el conocimiento y generar empleo para su explotación sino también en impulsar un cambio de mentalidad  desde el individuo, empresa, país, haciendo que los intereses de todos ellos se centren hacia el mejoramiento de la productividad y competitividad. El crecimiento se hace sostenible con la permanencia de esta actitud, la apertura al cambio y la implementación de la tecnología son las claves para sobrevivir, crecer y contribuir con el dinamismo económico de una nación que busca siempre sobresalir y competir con el resto del mundo.
Coincido con Castells en que la clave del éxito se encuentra en la difusión y divulgación de la modernidad tecnológica y organizativa de los sectores intensivos en TIC hacia los demás sectores y en especial a la Pymes cuya productividad es prometedora.






[1] Joel Mokyr, historiador de la tecnología.
[2] Historiador de la revolución tecnológica.



REVOLUCION TECNOLOGICA Y SOCIEDAD DE INFORMACION

Revolución tecnológica


Con el nombre de Revolución tecnológica o Revolución científico técnica suele referirse concretamente a las transformaciones técnicas, económicas y sociales de la tercera revolución industrial desde la segunda mitad del siglo XX, aunque también se utiliza muy frecuentemente el término para referirse a las dos primeras grandes transformaciones que han merecido el nombre de Revolución económica: la Revolución Neolítica y la Revolución industrial de los siglos XVIII y XIX.
 Cuando el hombre descubrió el fuego (aproximadamente 500.000 años A,C), quizás inspirado en alguna erupción volcánica o viendo un árbol arder por el impacto de un rayo, quedó sorprendido ante semejante novedad. Muchos miles de años pasaron hasta que se dio cuenta de que el fuego le podía servir para calentarse, iluminar la cueva o alejar a los animales peligrosos. Pero ¿cómo podía hacer el hombre para producir fuego y controlarlo y de esta forma utilizarlo con diferentes fines como la cocción de los alimentos o las vasijas de cerámica? La solución de este interrogante llegó después de varios miles de años.

Estos grandes cambios tecnológicos, como el uso del fuego y de la piedra, influyeron de manera decisiva en la evolución del hombre. Hay épocas en que los cambios se producen con gran velocidad, mientras que en otras etapas, las tecnologías se desarrollan lentamente, es decir, mediante la introducción de pequeñas mejoras. A las etapas de grandes cambios se las conoce con el nombre de Revolución tecnológica.

Sociedad de información

Una sociedad de la información es aquella en la cual las tecnologías que facilitan la creación, distribución y manipulación de la información juegan un papel importante en las actividades sociales, culturales y económicas.
La Sociedad de la Información es expresión de las realidades y capacidades de los medios de comunicación más nuevos, o renovados merced a los desarrollos tecnológicos que se consolidaron en la última década del siglo: la televisión, el almacenamiento de información, la propagación de video, sonido y textos, han podido comprimirse en soportes de almacenamiento como los discos compactos o a través de señales que no podrían conducir todos esos datos si no hubieran sido traducidos a formatos digitales. La digitalización de la información es el sustento de la nueva revolución informática. Su expresión hasta ahora más compleja, aunque sin duda seguirá desarrollándose para quizá asumir nuevos formatos en el mediano plazo, es la Internet.

 
Relación entre revolución tecnológica y sociedad de información

La revolución tecnológica no sólo vino a cambiar las formas de producción y la actividad económica sino a dar un giro total al estilo de vida del ser humano. Las TIC cambian la forma en que nos divertimos, en que nos relacionamos, aprendemos incluso nuestra forma de pensar. No solo transformar el entorno sino al individuo mismo, a la sociedad que cada día que pasa se hace más dependiente de las tecnologías que surgen ofreciendo facilidades y comodidad. En resumen la revolución tecnológica dio inicio a la sociedad de información.
La técnica y lo social mantienen relaciones de interdependencia. Por lo tanto, " los sistemas de comunicación no tienen posibilidad de librarse de las relaciones sociales". Es muy común que los apologetas de las nuevas tecnologías de la información olviden que éstas se desarrollan y aplican dentro de un sistema de relaciones sociales dominante que determina su uso y significado social. [1]
Existen dos versiones elementales sobre el poder tecnológico de los nuevos medios aplicados al trabajo, la educación y la cultura. El enfoque integrado atribuye a la ciencia y la técnica potencialidades demiúrgicas que liberadas lograrán la emancipación universal del género humano. Mientras que, por otro lado, la visión apocalíptica observa las nuevas tecnologías como una fuente de alienación del trabajo. Ambas formas de fetichismo tecnológico encuentran, no obstante, su punto de anclaje crítico en las renovadas utopías del aula sin muros. Comparten además una misma mirada tecnológica reduccionista.
Es por ello que cobra pertinencia la idea de desarrollar las nuevas tecnologías y los programas educativos que incorporen las nuevas tecnologías de la información a partir de una mirada distinta de lo social, que, en el caso particular de la educación y el conocimiento, considere los siguientes principios pedagógicos:
·         Plantearse abiertamente aquellas cuestiones que tienen que ver con los valores, intereses, propósitos y condiciones de utilización de las nuevas tecnologías.
·         Integrar el conocimiento disponible procedente del desarrollo tecnológico, del diseño fundamentado psicológicamente, y de la teoría de la información y comunicación, en conocimiento específico sobre el curriculum y la enseñanza.
·         Contextualizar el discurso educativo sobre las nuevas tecnologías en el sistema institucional de educación y en el marco social de referencia.
·         Impulsar una reflexión sobre los procesos de innovación tecnológica.
Si aceptamos que la educación y el conocimiento, dado su carácter universal, son susceptibles de un uso igualitario, las nuevas tecnologías de la información pueden favorecer fácilmente estrategias de desarrollo que saquen del atraso a los países pobres. La inversión en políticas de investigación y desarrollo pueden garantizar soluciones locales en la medida que resuelvan directamente los problemas económicos. La ciudad cableada es, de hecho, la utopía tecnológica que diseña un ambiente ideal para la evaluación de productos y servicios de la nueva economía de la información.

Qué repercusiones negativas crees que impacten a la sociedad debido a los cambios en la tecnología de los últimos años? 






[1] Francisco Sierra, Departamento de periodismo, Universidad de Sevilla.