domingo, 4 de septiembre de 2011

Desarrollo local: Otros puntos de vista



Siguiendo con las definiciones de Desarrollo Local, nos encontramos con Cuervo (1998), quien lo ve como una respuesta residual, desencadenada por un vacío generado por la ausencia y el debilitamiento del gobierno nacional; se trata igualmente de una oportunidad, creada por las nuevas y viejas virtudes de lo local, como ámbito de construcción de procesos de desarrollo.


Borja y Castells (1997) coinciden al proponer una naturaleza complementaria entre lo global y lo local, desvelando una relación creadora de sinergia social y económica. Ambos sostienen que lo local es el centro de gestión de lo global en el nuevo sistema tecno-económico, cuestión que puede apreciarse en tres ámbitos principales: el de la productividad y competitividad económica, el de la integración socio-cultural y el de la representación y gestión políticas.


Por otra parte Calafati (1998) afirma que junto a la introducción del concepto de “sistema local” deben de entenderse y tomar en cuenta las siguientes cuestiones:

1.      Un sistema cuyas unidades fundamentales son seres humanos razón por la que debe tener un mecanismo de control.

2.      Ya que un sistema local es un “sistema abierto”, se hace necesario entender sus procesos en términos de un determinado patrón de interacción entre el “sistema” y su “entorno”.

Estos estudiosos que han compartido con el mundo sus puntos de vista, nos abren las puertas para comprender un desarrollo local que cada vez se hace más urgente y que  no pierde en ningún momento su vigencia ni su categoría de actual.

¿Qué es el Desarrollo local? Los especialistas en el tema nos cuentan.



En  la entrada anterior, mencionaba a Buarque (1999; 23/25) y su concepción de desarrollo local como proceso endógeno.  Ahora, con el fin de ahondar más en el tema se me hace necesario citar a otros estudiosos, cuyos puntos de vista nos pueden ayudar a comprender las dimensiones del Desarrollo Local.
En 1990 Muller plantea que el desarrollo local fue la forma normal de reproducción social y vuelve, envuelto ahora en un velo tecnológico, a reinstalarse como forma de reproducción social y territorial.

Tiempo después, Arocena (1997; 91), uno de los autores latinoamericanos más importantes en este campo, asume que el desarrollo local no es pensable si no se inscribe en la racionalidad globalizante de los mercados, pero tampoco es viable si no se plantean sus raíces en las diferencias identitarias que lo harán un proceso habitado por el ser humano.
Ahora bien, Vázquez-Barquero (1988; 129) uno de los máximos exponentes del pensamiento regionalista europeo, lo define como un proceso de crecimiento económico y de cambio estructural que conduce a una mejora en el nivel de vida de la población local, en el que se pueden identificar tres dimensiones:

a)     económica, en la que los empresarios locales usan su capacidad para organizar los factores productivos locales con niveles de productividad suficientes para ser competitivos en los mercados;

b)    sociocultural, en la que los valores y las instituciones sirven de base al proceso de desarrollo;

c)    político-administrativa en la que las políticas territoriales permiten crear un entorno económico local favorable, protegerlo de interferencias externas e impulsar el desarrollo local”.

En mi opinión, Vázquez-Barquero y sus tres dimensiones logran expresar la radiografía del significado del concepto en estudio.

jueves, 1 de septiembre de 2011

DESARROLLO LOCAL. ¿De qué estamos hablando?

Hablar sobre el desarrollo local en nuestros días es cada vez  más necesario y pertinente, ya que este se ha convertido en solución para las innumerables ciudades y territorios que luchan por sobrevivir en este mundo globalizado.

Para alcanzarlo,  los individuos, gobiernos e instituciones deben participar de forma ingeniosa, estratégica y sobre todo deberán diagnosticar las potenciabilidades y debilidades con las que se cuentan a nivel local, trabajando así conforme a la propia realidad. 
Pero qué es el desarrollo local?  Buarque (1999; 23/25) es uno de los especialistas que se ha atrevido a definir este término, destacando lo siguiente:
“el desarrollo local es un proceso endógeno registrado en pequeñas unidades territoriales y agrupamientos humanos capaz de promover el dinamismo económico y la mejoría de la calidad de vida de la población… Es el resultado directo de las capacidades de los actores y de  la sociedad local.”
El desarrollo entonces se origina desde dentro, descubriendo y fomentando las capacidades del propio territorio, enfocándose  en todo, hacia una transformación positiva, que haga posible el mejoramiento de la calidad de vida conservando al mismo tiempo la riqueza cultural, patrimonial y económica que cada ciudad posea.
Es así como vamos comprendiendo que “el tal desarrollo económico” no es cuestión de los gobiernos nacionales y regionales únicamente,  sino que los protagonistas directos son los ciudadanos que al fin y al cabo son los que se merecen los buenos resultados. En mi opinión personal esta idea de desarrollo local participativa es la mejor manera de dar respuesta a la problemática actual generalizada.
Entonces la concientización y educación tanto de los gobiernos locales, de la sociedad civil  y del sector privado se hace cada vez más urgente en aquellos espacios en los que no se ha hecho posible echar andar y madurar proyectos de desarrollo local. Dicho de otra forma,
Tú y yo podemos marcar la diferencia, ¿Cómo pensamos colaborar en el desarrollo de nuestras localidades? ¿Sera que a veces nos hacemos  indiferentes tras observar la realidad, que cada vez se torna más abrumadora?