Hablar sobre el desarrollo local en nuestros días es cada vez más necesario y pertinente, ya que este se ha convertido en solución para las innumerables ciudades y territorios que luchan por sobrevivir en este mundo globalizado.
Para alcanzarlo, los individuos, gobiernos e instituciones deben participar de forma ingeniosa, estratégica y sobre todo deberán diagnosticar las potenciabilidades y debilidades con las que se cuentan a nivel local, trabajando así conforme a la propia realidad.
Pero qué es el desarrollo local? Buarque (1999; 23/25) es uno de los especialistas que se ha atrevido a definir este término, destacando lo siguiente:
“el desarrollo local es un proceso endógeno registrado en pequeñas unidades territoriales y agrupamientos humanos capaz de promover el dinamismo económico y la mejoría de la calidad de vida de la población… Es el resultado directo de las capacidades de los actores y de la sociedad local.”
El desarrollo entonces se origina desde dentro, descubriendo y fomentando las capacidades del propio territorio, enfocándose en todo, hacia una transformación positiva, que haga posible el mejoramiento de la calidad de vida conservando al mismo tiempo la riqueza cultural, patrimonial y económica que cada ciudad posea.
Es así como vamos comprendiendo que “el tal desarrollo económico” no es cuestión de los gobiernos nacionales y regionales únicamente, sino que los protagonistas directos son los ciudadanos que al fin y al cabo son los que se merecen los buenos resultados. En mi opinión personal esta idea de desarrollo local participativa es la mejor manera de dar respuesta a la problemática actual generalizada.
Entonces la concientización y educación tanto de los gobiernos locales, de la sociedad civil y del sector privado se hace cada vez más urgente en aquellos espacios en los que no se ha hecho posible echar andar y madurar proyectos de desarrollo local. Dicho de otra forma,
Tú y yo podemos marcar la diferencia, ¿Cómo pensamos colaborar en el desarrollo de nuestras localidades? ¿Sera que a veces nos hacemos indiferentes tras observar la realidad, que cada vez se torna más abrumadora?
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